domingo, 31 de octubre de 2010

Nunca digas nunca jamás


Hace muchos años tuve una mala experiencia en una tienda por departamentos, específicamente con su tarjeta de crédito. Una cuenta que aparecía impaga, y que juiciosamente yo había pagado en la fecha correspondiente, me generó problemas en el sistema financiero de la época.
Con el problema resuelto, sin antes pasar muy malos ratos para solucionarlo, me dirigí a esa multitienda y me di el gusto de romper esa tarjeta en la cara de sus ejecutivos de atención al cliente y decirles que nunca más me recobrarían como cliente, que nunca más les solicitaría un crédito y en definitiva, que nunca más su tarjeta estaría habitando nuevamente mi billetera.
Hace un mes y medio, trataba de hacer una transacción con tal multitienda y necesitaba de esa maldita tarjeta, y me negué como gato de espalda a solicitar nuevamente esta tarjeta, simplemente aduciendo a mi frase de hace años, esa frase que tenia como palabra protagonista un “nunca”. Pero desde ese momento algo quedó dando vuelta en mi mente.
Bueno, hace solo 2 días, nuevamente se produce esa disyuntiva,… una transacción, en la cual se necesitaba la maldita tarjeta, lo primero en la mente fue ese “nunca”… pero stop, algo pasó y simplemente dije, por qué te niegas? Por qué algo que te dijiste tan antes, en un contexto tan pero tan distinto, puede generar un comportamiento que no estas queriendo en el presente?,… y no demoré mucho en decir, mmm por favor, llámame a esa ejecutiva que me ayude a activar una tarjeta.
Tarjeta activada, bien adquirido, transacción finalizada, cliente satisfecho… y lo principal: mito derribado.
Y más que la satisfacción de haber adquirido un producto a un buen precio, me quedé con la sensación de satisfacción de haber derrotado a un mito, un mito que contenía la palabra “nunca”.

La palabra nunca ha estado en el set evocado de términos últimamente. Claro, no por mi necesariamente, simplemente por ser protagonista de los “nunca” de otra persona.
Mmm y ser protagonista de los “nunca” de la personita que hoy te quita el sueño no es una posición muy ventajosa, pero convengamos que no es una posición imposible tampoco.
Al menos no se siente imposible, ya que logro sacar una sonrisa y un suspiro de esa personita. Ahora, lo que si quiero lograr, es romper todas las barreras que esos nunca van poniendo ente ella y yo. Y vaya que si deseo lograr eso.

Y sabes? Por un momento siento que esas barreras van cayendo, de la misma forma que cayeron todos mis prejuicios por una experiencia pasada. Será que esta personita comienza a dejar atrás esos “nuncas” que la atormentan para dar un paso hacia el disfrutar plenamente el presente y construir el futuro.
Mmm puede que si, lo que tengo claro es que ella es parte de un presente que yo “nunca” imaginé. Pero que quede claro que este último “nunca” no tiene que ver con los anteriores, si no que simplemente ese nunca tiene que ver con el no creer de estar viviendo un sueño, de forma tan intensa, un sueño lindo lindo que no pensaba que podía vivir, el sueño de sentirme queriéndola cada día más. Y, perdón, no es sueño, es una realidad… eso de quererla cada día mas.

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